Cuando se trata de elegir un buen aceite de coco, muchas personas se enfrentan a una duda común: ¿cuál es mejor, el virgen o el extravirgen? La respuesta es más sencilla de lo que parece.
Según la reglamentación técnica vigente, solo existe el aceite de coco virgen. Este se obtiene por prensado en frío de la pulpa fresca del coco, sin refinar ni usar químicos, lo que garantiza un producto natural, aromático y rico en nutrientes.
¿Y el “extravirgen”? No está reconocido por ninguna norma técnica oficial. Se trata simplemente de un término de marketing creado por algunas marcas para dar la impresión de que es superior, cuando en realidad no existe una diferencia real con el virgen.
Por eso, al momento de comprar, lo importante no es el adjetivo “extra”, sino que el producto sea virgen, prensado en frío y 100% natural. Así disfrutarás de todos los beneficios: desde una piel hidratada y un cabello nutrido, hasta una cocina más saludable.
No te dejes confundir por las etiquetas. Elige información, elige natural.
