Cuando se trata de cuidar tu digestión y fortalecer tu salud intestinal, escucharás mucho sobre probióticos y prebióticos. Aunque suenan parecido, cumplen funciones muy distintas… ¡y ambas son necesarias! 👇
Los probióticos son bacterias “buenas” vivas que habitan en tu intestino. Ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, fortalecen el sistema inmune, mejoran la digestión y previenen infecciones. Puedes encontrarlos en alimentos fermentados como el chucrut, el yogur natural o los probióticos vivos (los encuentras en el tocosh por ejemplo) y la miel sin pasteurizar que ofrecemos en MoniMoniMaus. 🦠💪
Los prebióticos, en cambio, son el “alimento” de esas bacterias buenas. Son fibras vegetales no digeribles que nutren y favorecen el crecimiento de los probióticos. Están presentes en alimentos como la avena, la alcachofa y el yacón.
💡 En resumen: los probióticos son los microorganismos vivos beneficiosos, y los prebióticos son los nutrientes que los ayudan a prosperar.
Una buena salud digestiva empieza por cuidar tu microbiota intestinal. ¡Incluye ambos en tu alimentación diaria y siente la diferencia! ✨